lunes, 23 de mayo de 2011

Análisis literario Medea.

La tragedia griega es un texto con características muy particulares. Tiene un equilibrio inicial que luego es roto por un error humano y que sólo podrá restablecerse con la muerte de un inocente.
En un principio, Medea se muestra como una mujer muy desventurada que perdió a su amor y ahora siente que no tiene nada por qué vivir:

“¡Ay ay! ¡Que el fuego del cuelo me abrace! ¿Qué gano yo con vivir?
¡Ay ay! ¡Que la muerte me arrebate esta triste vida”.

En el primer diálogo de Medea con el Coro, intenta dar lastima, que se apiaden de ella y su mala suerte y así luego lograr que se pongan de su lado. En este momento Medea utiliza una máscara, ella es una mujer apasionada y agresiva, pero quería ganarse al coro. Instantáneamente después de esto, Medea entabla la primera conversación con Creonte, cuando, muy astuta, sigue utilizando la máscara, pero esta vez sus principales argumentos son sus hijos, juega con ellos y con que no tengan su mismo desventurado destino:

“Concédeme el plazo de solo este día, y pensare en donde he de
refugiarme con mis hijos, ya que su padre no se cuida de ellos;
compadécete de su suerte que tú también los tienes; míralos con
agrado. Poco me curo de mí y de mi destierro, pero deploro su
mala fortuna”.

Por el contrario, cuando Medea habla con el coro se quita por primera vez esa mascara que estaba usando y se muestra tal cual es, como una persona impulsiva, un poco agresiva pero muy apasionada.
Sigue sin utilizar esta mascara inclusive en el dialogo con Juan, donde le reprocha su abandono, le dice que ella no hará lo mismo que él, no irá contra las leyes.
Luego de que Egeo le da lugar en su palacio, Medea conversa con el coro, donde admite haber utilizado una máscara pero ya no la necesita:
“Nada aquí me obliga a disfrazar mis pensamientos”
En este mismo diálogo Medea planea la muerte de sus hijos y de la esposa de Jasón, jactándose de que si ella no tiene a sus hijos, no los tiene nadie y para ello decide dejarlos a cuidado de Jasón, con quien fije haber recapacitado todo lo dicho anteriormente y arrepentirse de ello. Pero no sólo eso, sino que avala la conducta de Jasón y le hace creer que tendría que haber ayudado a su esposa:

“He reflexionado mas tranquila, y me he dicho lo siguiente: 
¿Por qué soy tan miserable que me enfurezco contra los que
a mi bien me atienden […] y soy enemiga de mi esposo, quien
hace por nosotros lo que mas nos conviene, casándose con
la hija del rey para que mis hijos tengan hermanos? […] Ahora
te alabo y me parece prudente que te cases en nuestro beneficio”.

De esta manera, podemos ver como Medea utiliza casi constantemente esa mascara, admitiendo cosas absurdas, contradiciendo su pensamiento y yendo en contra de lo que ella quería.
En conclusión, podemos ver como Medea cambia constantemente para un beneficio propio. Eso esta también presente en la actualidad, con un distinto fin, pero el mismo medio. Muchas veces los jóvenes mentimos, finjimos o exageramos cosas para poder acceder a un grupo, para ser aceptados. No digo que este bien, pero creo que asi vemos como no solo en esta época las personas actúan asi.

4 comentarios:

  1. Bien! Faltan algunas tildes y en un momento hablás de "Juan" (supongo que te confundiste con "Yerma") en lugar de Jasón. Revisar una vez más.

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  2. Borja: Recordá que me cobro el punto de más que te puse en el ensayo de Yerma porque no lo subiste al blog en el término pautado. Hasta que lo subas seguís con menos dos.
    Saludos.

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